La población super-rica de España ha crecido un 74% desde que se reintrodujo el impuesto sobre el patrimonio en 2011, en medio de la recesión económica.
Las cifras de 2017 publicadas por las autoridades fiscales españolas muestran que 611 contribuyentes declararon un patrimonio neto de 30 millones de euros o más. En 2011 ese número era 352.
Existen enormes disparidades regionales: en Madrid, los super-ricos no pagan nada en el impuesto sobre el patrimonio
El número de ciudadanos que declararon una propiedad por valor de más de 1,5 millones de euros creció un 35% para un total de 60.337 personas.
Las estadísticas de la Agencia Tributaria española muestran que los ultra-ricos se han beneficiado de la recuperación económica en mayor medida que otros ciudadanos.
Las estadísticas de la Agencia Tributaria para 2015 muestran que hubo 71 personas por valor de más de 100 millones de euros ese año
El gravamen es polémico, y España es uno de los pocos países que todavía grava los activos netos de una persona (si superan los 700.000 euros) además de los ingresos o las ganancias de capital. Aunque se trata de un impuesto estatal, se ha transferido a las regiones, lo que ha dado lugar a enormes disparidades en función de la residencia fiscal de cada uno.
La Comunidad de Madrid, por ejemplo, tiene un subsidio del 100%, lo que significa que su población super-rica no tiene que pagar el impuesto sobre el patrimonio. Esto priva al gobierno regional de 955,6 millones de euros al año. Cataluña, que sí recauda el impuesto sobre el patrimonio, gana 498,5 millones de euros al año.
Parte de la razón por la que la población super-rica ha crecido tanto es el hecho de que en 2012, el gobierno de Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), introdujo una amnistía fiscal que descubrió 40.000 millones de euros que hasta entonces no habían sido declarados.
Al año siguiente, el gobierno aprobó un formulario de impuestos conocido como Modelo 720 que obligaba a los individuos a declarar sus activos internacionales o enfrentar una multa severa. De este modo, se descubrieron 156.000 millones de euros en activos que los residentes españoles mantenían en el extranjero.
Las estadísticas de la Agencia Tributaria para el año 2015 muestran que hubo 71 personas por valor de más de 100 millones de euros ese año, entre ellas atletas, artistas, empresarios y herederos de las familias más ricas de España.
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